lunes, 2 de julio de 2012

¡¡QUIERO BAJAR DE PESO¡¡ PERO NO PUEDO…….


Desde Nutri10 hemos iniciado desde hace algunas semanas un especial que incluye varios post sobre la perdida de peso, hasta ahora hemos podido observar que el aumento de peso esta muy relacionado con el estrés. En esta ocasión queremos tratar el exceso de azúcar en sangre y su relación entre otras patologías con el exceso de peso.

Para bajar de peso, no siempre es necesario seguir dietas estrictas basadas únicamente en consumir las mínimas calorías. Existen otras formas, como la que hoy mostramos y que estan basada en el control de la glucosa en sangre.

La glucosa es la fuente principal de combustible del cuerpo y desempeña un papel indispensable para asegurar el bienestar físico y mental. No obstante, cuando se elevan aunque sea un poco por encima de los niveles normales, debido al exceso de grasa corporal, la falta de ejercicio o la herencia genética, la salud y los esfuerzos por adelgazar se ven comprometidos. 

El nivel normal de glucosa en sangre es de 60 a 90 miligramos por 100 decilitros de sangre (m/g) antes de comer. El nivel “normal alto” de glucosa estaría entre 100 y 125 mg/dl, la diabetes de tipo II se da cuando la glucosa alcanza los 126 mg/dl.

Sin un análisis es imposible saber si el nivel de glucosa en la sangre de una persona se encuentra dentro de los límites. Un nivel alto de glucosa puede dañar el cuerpo sin ofrecer síntomas que permitan detectarlos, puesto que estos se pueden quedar ocultos en otras muchas patologías, como por ejemplo la fatiga y los cambios repentinos de humor.

Un nivel alto de glucosa puede provocar entre otros problemas:

  • Sobrepeso
  • Síndrome de ovarios poliquisticos
  • Enfermedades cardiacas y derrame cerebral

Una de las comidas que mas importancia tiene cuando hablamos del control de la glucosa en sangre es el desayuno. 
La personas que no desayunan y en las que suele ser habitual la frase “por la mañana no me entra nada” son mas propensas a mantener niveles altos de glucosa en la sangre. Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Harvard observo que cuando una persona desayuna se reduce a la mitad su riesgo de padecer obesidad y sufrir resistencia a la insulina.

Cuando comemos nuestro cuerpo tiene que gastar calorías para digerir y asimilar los alimentos, es lo que se conoce como “el efecto térmico”. Si alguien se levanta a las 8 de la mañana y se salta el desayuno y hasta las 11 no toma nada, su capacidad para quemar calorías se habrá hecho mucho más lenta durante esas 3 horas.

Un desayuno apropiado para comenzar el día “quemando” podría ser el siguiente:

Un zumo natural de fruta, preferible naranja, pomelo, limón, etc.
Un vaso de leche sin lactosa y desnatada, con una cucharadita de café para que quien pueda tomarlo o una bolsita de te.
Una tostada de pan integral, ½ cucharadita de aceite de oliva de primera presión en frió y una loncha de pavo o jamón york sin grasa.

Para elaborar un programa de perdida de peso en la que controlemos la glucosa tomaremos como referencia el índice glucemico (IG), el cual clasifica los alimentos de acuerdo con la rapidez con la que elevan el nivel de glucosa en la sangre, así como según la proporción en que este aumento ocurre.

Desde Nutri10 os ofreceremos mas información sobre este apasionante tema, además de mostrar algunos menús que incluyen alimentos con un índice glucemico bajo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios: